La experiencia de narrar en la Feria del Libro Infantil fue fabulosa, primero porque fue un espacio muy cuidado, un rincón de cuentos totalmente cerrado y separado del resto de la feria, lo cual permite una intimidad y propicia la fantasía del espectáculo.
El contar a los chicos es hermoso porque es un ida y vuela de fuerte energía, calidez y magia. Por otro lado, es un público mas complejo y exigente, porque son muy sinceros a la hora de criticar un cuento contado a viva voz, lo cual hace la tarea mas difícil… pero mas que gratificante!
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